«Nunca me olvidaré del 30 de Diciembre del 2008 cuando el teléfono sonó y me comunicaron que mi querido padre a quien amo tanto, había sufrido una apoplejía isquémica.
Mi papá sufrió un accidente cerebro vascular muy severo: quedándose con el lado izquierdo del cuerpo totalmente paralizado y perdió completamente el equilibrio; necesitaba un tubo para comer porque no podía tragar y se quedo incontinente. Desgraciadamente, el doctor no tenía ninguna medicina adecuada para él, excepto las que impiden que se produzca otro derrame, como son los anticoagulantes.
Nuestra familia y muchas personas de nuestra iglesia rezaron para que mi papa recuperase y estuviese mejor.
Tras unas semanas, intenté encontrar en Internet una solución al problema que tenia mi padre para tragar.
En Google, descubrí un anuncio que decía ‘NeuroAid, una esperanza para las víctimas de AVC’, que hablaba exactamente de lo que estaba buscando.
Hemos hablado acerca del tratamiento con el médico. El médico estaba reticente a ese tratamiento, porque no lo conocía y no confiaba en él por principios. Casi nos disuadió de probarlo, hasta que mi hijo de 14 años me abrió los ojos sobre el estado de mi padre y me explicó que no teníamos nada que perder. El estado de salud de mi padre era estacionario.
Hemos encomendado el tratamiento NeuroAiD™ siete semanas después del derrame cerebral de mi padre. Siete días después, el teléfono sonó nuevamente. Esta vez era mi madre, llorando de emoción, que me estaba contando que mi padre había conseguido mover los dedos del pie de su pierna paralizada. Tras siete semanas de tratamiento, ya era capaz de levantar la rodilla. Cada semana, vamos notando nuevas mejorías: ha recuperado el equilibrio, puede nuevamente tragar y alimentarse, su campo de visión, reducido a la izquierda, se ha restablecido. Hoy, después de 3 meses de tratamiento con NeuroAid, mi papá está dando sus primeros pasos.
El servicio de atención al cliente ha estado muy presente cada vez que estaba preocupada o tenía una pregunta. Jacqueline ha sido de una gran ayuda moral y me comunicaba siempre la información adecuada en relación a los progresos o preocupaciones de mi padre.
Hoy mi madre habla de NeuroAiD™ en todos los sitios y en primer lugar en el hospital, donde creo que ahora ya no hay nadie que no conozca NeuroAid. Hemos decidido extender el tratamiento a 6 meses. Viendo los resultados cumplidos hasta ahora,
creemos que mi padre podrá salir del hospital dentro de
poco tiempo y volver a casa con mi madre.»
*Las imágenes no son de pacientes reales