isquemia

La apraxia constructiva es un trastorno poco conocido por el público general, pero muy relevante en el ámbito de la neurología y la neuropsicología clínica. Se manifiesta principalmente en pacientes que han sufrido un daño cerebral, ya sea por un accidente cerebrovascular, un traumatismo craneoencefálico o enfermedades neurodegenerativas. La característica esencial de este trastorno es la dificultad para realizar tareas de construcción y organización espacial, lo que afecta de manera significativa la vida cotidiana y la autonomía del paciente.

Comprender qué es la apraxia constructiva, cómo se manifiesta y cuáles son las estrategias de rehabilitación disponibles es clave para mejorar el pronóstico funcional y la calidad de vida de quienes la padecen.

Definición de apraxia constructiva

apraxia constructiva

La apraxia constructiva se define como la incapacidad para organizar y ejecutar movimientos que implican la construcción, el dibujo o la disposición espacial de objetos, a pesar de que el paciente conserva fuerza muscular y coordinación motora básicas. Dicho de otro modo, no se trata de una debilidad física, sino de un problema en la planificación y representación mental del espacio.

Los pacientes con apraxia constructiva presentan grandes dificultades para copiar dibujos sencillos, ensamblar figuras geométricas, ordenar bloques o reproducir patrones. Estas limitaciones no se explican por problemas sensoriales ni por alteraciones motoras primarias, sino por una disfunción en áreas cerebrales relacionadas con la percepción espacial y la planificación visuoconstructiva.

Causas principales de la apraxia constructiva

Las causas más frecuentes de la apraxia constructiva están asociadas al daño cerebral adquirido. Entre ellas destacan:

  • Accidentes cerebrovasculares que afectan al lóbulo parietal, especialmente en el hemisferio derecho.

  • Traumatismos craneoencefálicos con lesiones difusas en áreas corticales y subcorticales.

  • Enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer, en fases intermedias o avanzadas.

  • Tumores o cirugías cerebrales que comprometen regiones parietales u occipito-parietales.

En todos estos casos, la apraxia constructiva se asocia con una alteración en la capacidad de integrar información visual y motora para organizar acciones orientadas al espacio.

Síntomas característicos de la apraxia constructiva

El cuadro clínico puede variar en intensidad, pero existen síntomas comunes que ayudan a identificar la apraxia constructiva en la práctica clínica:

  • Dificultad para copiar dibujos simples, como un cuadrado o un triángulo.

  • Problemas para reproducir formas más complejas, como una casa o una figura tridimensional.

  • Errores en la disposición espacial de objetos, por ejemplo, al intentar armar un rompecabezas.

  • Desorganización en tareas prácticas de la vida diaria, como poner la mesa o colocar objetos en un orden lógico.

  • Incapacidad para mantener proporciones o relaciones espaciales correctas en un dibujo.

Estos síntomas hacen evidente que la apraxia constructiva no es solo un problema académico o de pruebas neuropsicológicas, sino una condición que impacta directamente en la funcionalidad del paciente.

Evaluación y diagnóstico

El diagnóstico de la apraxia constructiva se realiza mediante pruebas clínicas y neuropsicológicas específicas. Entre las más utilizadas se encuentran:

  • Copiado de figuras geométricas: el paciente debe reproducir cuadrados, triángulos o círculos.

  • Test de la figura compleja de Rey: se solicita copiar una figura abstracta con múltiples elementos.

  • Construcción con bloques: el paciente debe replicar un patrón presentado con cubos de colores.

  • Dibujo libre y espontáneo: se observa la organización espacial al dibujar objetos conocidos.

Los resultados de estas pruebas, junto con estudios de neuroimagen (TAC o resonancia magnética), permiten confirmar el diagnóstico de apraxia constructiva y diferenciarla de otros trastornos motores o perceptivos.

Diferencia con otros tipos de apraxia

Es importante distinguir la apraxia constructiva de otros tipos de apraxia. A diferencia de la apraxia ideomotora, que afecta la capacidad de ejecutar gestos simples, o de la apraxia ideacional, que altera la planificación de secuencias complejas de acciones, la apraxia constructiva está vinculada de forma directa con la organización espacial.

Esta especificidad explica por qué los pacientes con apraxia constructiva pueden caminar, comer o vestirse, pero fracasan en tareas que requieren precisión visuoespacial, como copiar una figura o ensamblar un objeto.

Impacto en la vida diaria

La apraxia constructiva puede parecer un problema menor a simple vista, pero su impacto en la vida cotidiana es considerable. Los pacientes con este trastorno presentan limitaciones para realizar tareas domésticas, laborales y recreativas que implican organización espacial.

Por ejemplo, tienen dificultades para orientarse en un espacio nuevo, seguir planos o mapas, montar muebles, dibujar diagramas o simplemente ordenar objetos de manera lógica. Todo ello genera frustración, pérdida de autonomía y, en algunos casos, depresión secundaria a la incapacidad percibida.

Tratamiento y rehabilitación

apraxia constructiva

Aunque la apraxia constructiva no tiene una cura definitiva, la rehabilitación neuropsicológica y la terapia ocupacional ofrecen estrategias para mejorar la funcionalidad. Entre las técnicas más utilizadas destacan:

  • Ejercicios de copiado progresivo: comenzar con figuras simples y avanzar hacia diseños más complejos.

  • Tareas de construcción guiada: usar bloques, rompecabezas o figuras geométricas con apoyo visual.

  • Entrenamiento en orientación espacial: práctica de recorridos, mapas y reconocimiento de trayectorias.

  • Apoyo en tecnología: uso de tabletas, aplicaciones interactivas y programas de realidad virtual que estimulan la organización visuoespacial.

La intervención debe ser personalizada y constante, adaptándose a las capacidades residuales del paciente y reforzando la neuroplasticidad cerebral.

Pronóstico de la apraxia constructiva

El pronóstico varía según la extensión y localización del daño cerebral. En algunos casos, la rehabilitación logra una mejora significativa, mientras que en otros la recuperación es parcial. Lo importante es iniciar el tratamiento de forma temprana y mantener un enfoque multidisciplinario que involucre a neurólogos, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales y familiares.

A pesar de las limitaciones, muchos pacientes logran readaptarse a su entorno y encontrar estrategias compensatorias que les permiten mantener independencia en actividades básicas y mejorar su calidad de vida.

Conclusión

La apraxia constructiva es un trastorno neurológico específico que afecta la capacidad de organizar y reproducir patrones espaciales. Se presenta en pacientes con daño cerebral, especialmente en lesiones del lóbulo parietal, y se caracteriza por dificultades en tareas de dibujo, construcción y organización visuoespacial.

Identificar y tratar la apraxia constructiva de forma temprana es fundamental para reducir su impacto en la vida diaria y favorecer la recuperación funcional. Aunque no existe un tratamiento único, la rehabilitación intensiva y personalizada puede marcar la diferencia en la autonomía del paciente.

En definitiva, comprender qué es la apraxia constructiva y cómo abordarla representa un paso esencial en la atención integral de quienes han sufrido un daño cerebral.

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