Las estenosis esofágicas son un trastorno del tubo digestivo superior que consiste en el estrechamiento anormal del esófago, lo que dificulta el paso de alimentos desde la boca hacia el estómago. Esta condición puede causar desde molestias leves hasta una obstrucción severa que compromete la nutrición y la calidad de vida. Aunque existen múltiples causas posibles, hoy en día contamos con métodos diagnósticos precisos y tratamientos eficaces que permiten controlar e incluso resolver el problema en la mayoría de los casos.
¿Qué son las estenosis esofágicas?

La palabra «estenosis» proviene del griego y significa «estrechamiento». Por lo tanto, una estenosis esofágica es la reducción del diámetro del esófago que dificulta el paso del bolo alimenticio. Este estrechamiento puede ser parcial o casi completo, y puede afectar diferentes segmentos del esófago.
La estenosis puede ser de origen benigno o maligno, y puede desarrollarse de forma aguda o progresiva, dependiendo de su causa.
Tipos de estenosis esofágicas
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Benignas: Son las más comunes y suelen deberse a inflamación, cicatrices o lesiones que no están relacionadas con cáncer.
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Malignas: Son provocadas por tumores esofágicos o compresión externa por cánceres vecinos.
Causas de las estenosis esofágicas
Las estenosis esofágicas pueden tener diversas causas, y es fundamental identificarlas correctamente para elegir el tratamiento más adecuado. Entre las más frecuentes se encuentran:
1. Esofagitis por reflujo gastroesofágico
El reflujo crónico del ácido gástrico hacia el esófago puede dañar su revestimiento y, con el tiempo, provocar cicatrices que reducen el calibre del conducto. Esta es la causa más común de estenosis benigna.
2. Ingestión de cáusticos
La ingestión accidental o intencional de sustancias corrosivas (como lejía, amoníaco o ácidos) puede causar quemaduras químicas que cicatrizan formando estenosis severas y de difícil tratamiento.
3. Radioterapia
Los pacientes que reciben radioterapia en el tórax o cuello pueden desarrollar estenosis como efecto secundario tardío, debido a la fibrosis inducida por la irradiación.
4. Estenosis posquirúrgica
Algunas intervenciones quirúrgicas del esófago o estómago pueden provocar estenosis en las zonas de anastomosis (uniones entre segmentos).
5. Estenosis por tumores
El cáncer de esófago es una causa grave de estenosis. También puede haber compresión extrínseca por tumores cercanos (pulmón, tiroides, linfomas).
6. Infecciones
En pacientes inmunodeprimidos, infecciones por herpes, citomegalovirus o Candida albicans pueden causar úlceras que, al cicatrizar, generan estenosis.
7. Estenosis congénitas
Son raras, pero pueden presentarse desde el nacimiento como parte de malformaciones esofágicas.
8. Medicamentos y cuerpos extraños
Algunos fármacos como los bisfosfonatos, ciertos antibióticos o antiinflamatorios pueden provocar daño esofágico si no se toman adecuadamente. Los cuerpos extraños también pueden lesionar la mucosa.
Síntomas de las estenosis esofágicas
La sintomatología suele estar relacionada con la dificultad para tragar (disfagia) y las molestias que esta provoca:
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Disfagia progresiva: Primero a sólidos, luego a líquidos.
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Sensación de que los alimentos “se quedan atascados”.
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Dolor torácico o ardor retroesternal.
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Regurgitación de alimentos no digeridos.
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Pérdida de peso involuntaria.
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Sialorrea (salivación excesiva).
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Tos o aspiración pulmonar en casos graves.
La intensidad de los síntomas depende del grado de estrechamiento y de la rapidez con la que se haya producido.
Diagnóstico
El diagnóstico de las estenosis esofágicas se basa en la historia clínica, la exploración física y varias pruebas complementarias:
1. Endoscopia digestiva alta
Es la prueba más importante. Permite observar directamente el esófago, identificar el lugar del estrechamiento, su aspecto (regular o irregular), y tomar biopsias si se sospecha una causa maligna.
2. Esofagograma baritado
Es una radiografía con contraste que dibuja el contorno del esófago. Útil para evaluar la longitud, localización y severidad de la estenosis.
3. Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM)
Se usan para estudiar estructuras vecinas o descartar compresión extrínseca.
4. Manometría esofágica
Evalúa la función muscular del esófago. Es útil si se sospechan causas funcionales asociadas.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la causa, la severidad del estrechamiento y el estado general del paciente.
1. Dilatación esofágica
Es el tratamiento más común para estenosis benignas. Consiste en introducir un balón o dilatador a través de la endoscopia para abrir el área estrechada.
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Puede requerir varias sesiones.
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Existe riesgo bajo de perforación.
2. Colocación de prótesis (stents)
Se utilizan más en estenosis malignas para mantener el esófago abierto y permitir la alimentación. Algunos stents son temporales y otros permanentes.
3. Cirugía
En casos graves o estenosis resistentes, se puede recurrir a una resección quirúrgica del segmento afectado y reconstrucción con una parte del estómago o intestino.
4. Tratamiento médico
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Inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, esomeprazol) para controlar el reflujo.
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Corticoides orales o inyectados en la lesión, en casos seleccionados.
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Antibioticoterapia o antifúngicos si hay infección.
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Evitar medicamentos agresivos para la mucosa.
Complicaciones

Si no se tratan, las estenosis esofágicas pueden provocar:
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Desnutrición y deshidratación.
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Neumonía por aspiración.
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Perforación esofágica espontánea.
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Transformación maligna (en casos crónicos mal controlados).
Pronóstico
El pronóstico varía según la causa:
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Estenosis benignas: suelen responder bien a la dilatación y tratamiento médico.
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Estenosis malignas: el tratamiento es paliativo, centrado en mantener la alimentación y mejorar la calidad de vida.
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Estenosis por cáusticos: pueden requerir múltiples intervenciones y tienen evolución más compleja.
El seguimiento a largo plazo es fundamental para prevenir recurrencias o complicaciones.
Prevención
Algunas medidas para prevenir estenosis esofágicas incluyen:
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Tratar de forma precoz y adecuada el reflujo gastroesofágico.
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Evitar la automedicación y seguir correctamente las instrucciones de los medicamentos orales.
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Prevenir la ingestión de cáusticos, especialmente en niños.
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Realizar revisiones regulares si se tiene historial de radioterapia o cirugía digestiva alta.
Conclusión
Las estenosis esofágicas son una causa importante de disfagia y pueden tener un impacto considerable en la salud si no se tratan a tiempo. Afortunadamente, los avances en endoscopia, cirugía y tratamiento médico permiten manejar esta condición de forma segura y eficaz. Ante cualquier dificultad persistente para tragar, es crucial acudir al médico para una evaluación completa. Un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia entre una vida limitada y una alimentación plena y saludable.
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