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isquemia

El hiperparatiroidismo es una condición en la que las glándulas paratiroides, ubicadas en el cuello, producen una cantidad excesiva de hormona paratiroidea (PTH). Esta hormona es responsable de regular los niveles de calcio y fósforo en el cuerpo. Cuando hay un exceso de PTH, los niveles de calcio en la sangre se elevan, lo cual puede provocar una serie de problemas de salud, entre ellos un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares (ACV). La conexión entre el hiperparatiroidismo y el ACV no siempre es evidente, pero entenderla es clave para prevenir complicaciones graves.

¿Qué es el hiperparatiroidismo?

Hiperparatiroidismo

El hiperparatiroidismo ocurre cuando las glándulas paratiroides, que normalmente mantienen equilibrado el nivel de calcio, producen más hormona de lo necesario, causando hipercalcemia (niveles elevados de calcio en la sangre). Existen dos tipos principales de hiperparatiroidismo:

  1. Hiperparatiroidismo primario: se produce cuando una o más glándulas paratiroides son hiperactivas, aumentando la producción de PTH sin motivo aparente. Esta forma está relacionada con el aumento de calcio en sangre y es más común en adultos mayores.
  2. Hiperparatiroidismo secundario: es una respuesta compensatoria a niveles bajos de calcio en sangre, y suele ser consecuencia de otras enfermedades, como insuficiencia renal o deficiencia de vitamina D.

El aumento sostenido de calcio en el cuerpo puede afectar diversos órganos, especialmente los riñones, los huesos y el sistema cardiovascular, incrementando el riesgo de enfermedades graves como el ACV.

Relación entre el hiperparatiroidismo y el accidente cerebrovascular

La relación entre el hiperparatiroidismo y el riesgo de accidente cerebrovascular tiene que ver principalmente con el efecto del calcio elevado en los vasos sanguíneos y en la presión arterial. A continuación, se describen algunos de los mecanismos de esta relación:

  1. Hipertensión arterial: el aumento de calcio en sangre puede favorecer la hipertensión, ya que el calcio influye en la contracción de los vasos sanguíneos, lo que aumenta la presión arterial y, a su vez, el riesgo de sufrir un ACV.
  2. Calcificación de los vasos sanguíneos: el calcio elevado puede llevar a una acumulación de depósitos de calcio en las arterias, lo que se conoce como calcificación vascular. Esto endurece las arterias y reduce la flexibilidad de los vasos, haciendo más probable la formación de coágulos y aumentando el riesgo de un ACV isquémico.
  3. Riesgo de formación de coágulos: el desequilibrio de calcio y otros minerales aumenta la probabilidad de que se formen coágulos en la sangre. Si estos coágulos llegan al cerebro, pueden bloquear un vaso sanguíneo y provocar un ACV.
  4. Daño a largo plazo en el sistema cardiovascular: el hiperparatiroidismo también se ha asociado con un aumento del riesgo de arritmias cardíacas y enfermedades coronarias, condiciones que incrementan indirectamente la probabilidad de un ACV.

Síntomas del hiperparatiroidismo

Los síntomas del hiperparatiroidismo varían según la gravedad de la enfermedad y el tiempo que los niveles de calcio han estado elevados. Algunos de los síntomas comunes incluyen:

  1. Fatiga y debilidad: las personas con hiperparatiroidismo a menudo sienten cansancio excesivo y debilidad muscular, lo que puede limitar sus actividades diarias.
  2. Dolor óseo y fracturas: la pérdida de calcio en los huesos debilita el tejido óseo, haciendo que las personas con hiperparatiroidismo tengan mayor riesgo de osteoporosis y fracturas.
  3. Problemas renales: la hipercalcemia puede llevar a la formación de cálculos renales y, a largo plazo, a insuficiencia renal.
  4. Náuseas y pérdida de apetito: niveles altos de calcio afectan el sistema digestivo, provocando malestar estomacal, náuseas y pérdida de peso.
  5. Cambios en el estado mental: confusión, problemas de memoria y, en casos graves, depresión y ansiedad.
  6. Síntomas cardiovasculares: como hipertensión y palpitaciones, que están estrechamente relacionadas con un mayor riesgo de ACV.

Estos síntomas suelen ser progresivos, y es importante detectarlos a tiempo para evitar complicaciones graves, como el ACV.

Diagnóstico del hiperparatiroidismo

El diagnóstico de hiperparatiroidismo incluye una combinación de pruebas de laboratorio y estudios de imagen. Entre las pruebas más comunes están:

  1. Análisis de sangre: mide los niveles de calcio, fósforo y PTH. El diagnóstico de hiperparatiroidismo se confirma cuando se observa un nivel alto de calcio junto con niveles elevados de PTH.
  2. Prueba de vitamina D: dado que los niveles bajos de vitamina D pueden inducir un aumento compensatorio de PTH, es importante medir esta vitamina para descartar el hiperparatiroidismo secundario.
  3. Ecografía de las glándulas paratiroides: se utiliza para localizar glándulas agrandadas o anormales que puedan estar causando el aumento de PTH.
  4. Densitometría ósea: evalúa la densidad de los huesos para determinar si el exceso de PTH está debilitando el tejido óseo.
  5. Electrocardiograma (ECG): puede realizarse para observar el impacto en el sistema cardiovascular y determinar si existe algún riesgo adicional para el paciente.

Tratamiento y manejo del hiperparatiroidismo para reducir el riesgo de ACV

Hiperparatiroidismo

El tratamiento del hiperparatiroidismo depende de la causa subyacente, la severidad de los síntomas y el riesgo de complicaciones. Las opciones de tratamiento incluyen:

  1. Cirugía de paratiroides: en el caso del hiperparatiroidismo primario, la paratiroidectomía (extirpación de una o más glándulas paratiroides) es la opción más efectiva para reducir los niveles de PTH y calcio.
  2. Medicamentos para reducir el calcio: los fármacos como los bifosfonatos ayudan a reducir los niveles de calcio en sangre y pueden ser útiles cuando la cirugía no es una opción viable.
  3. Control de la presión arterial: dado que el hiperparatiroidismo aumenta el riesgo de hipertensión, es fundamental monitorear y tratar la presión arterial para reducir el riesgo de ACV.
  4. Cambio de dieta y estilo de vida: una dieta baja en calcio y rica en líquidos ayuda a controlar los niveles de calcio. Además, reducir la ingesta de sodio y realizar ejercicio regularmente contribuye a mejorar la salud cardiovascular.
  5. Suplementos de vitamina D y fósforo: en algunos casos de hiperparatiroidismo secundario, se pueden recomendar estos suplementos para equilibrar el metabolismo del calcio y reducir la producción de PTH.

Estos tratamientos ayudan a reducir los niveles de calcio y el riesgo de calcificación en los vasos sanguíneos, disminuyendo así la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular.

Conclusión

El hiperparatiroidismo, especialmente cuando no es tratado, puede tener un impacto significativo en el sistema cardiovascular y aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular. La relación entre el hiperparatiroidismo y el ACV está mediada principalmente por la hipercalcemia y su efecto sobre la presión arterial, los vasos sanguíneos y la formación de coágulos. Dado que los síntomas del hiperparatiroidismo pueden ser sutiles y progresivos, es fundamental realizar un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para prevenir complicaciones graves.

La comprensión y manejo del hiperparatiroidismo, junto con un monitoreo regular de la salud cardiovascular, son claves para reducir el riesgo de ACV y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta condición.

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