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isquemia

Desafortunadamente, los accidentes cerebrovasculares isquémicos son frecuentes en nuestra sociedad más de lo que uno puede llegar a pensar.Por ello, es tan importante la informacion para poder prevenir una isquemia cerebral. En los países occidentales la enfermedad cerebrovascular es la tercera causa de mortalidad tras las enfermedades cardiovasculares y neoplasias, con el 10 % de fallecimientos. Constituyen la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 15 millones de personas sufren un ictus cada año; entre ellas, 5,5 millones mueren (el 10 % de todas las muertes producidas) y otros cinco millones quedan con alguna discapacidad permanente. A pesar de tener mayor incidencia en las edades avanzadas de la vida, se ha observado un desplazamiento hacia las edades más jóvenes.

Para ello, la información es crucial, y comprender los diferentes factores de riesgo de isquemia cerebral para prevenir una isquemia futura.

¿Se puede prevenir una isquemia cerebral?

Cuando hay una falta de riego sanguíneo en el cerebro, todo el organismo sufre de manera repentina, y la mayoría de veces, con consecuencias importantes. Pero, ¿por qué sucede? Hay ciertos factores que predisponen a que le ocurra.
Suele suceder de forma repentina, pero hay situaciones que pueden actuar cómo factores desencadenantes cómo son: la tensión alta, el colesterol, la obesidad, fumar o el estrés mantenido.

Factores de riesgo

La isquemia cerebral o ictus ocurre normalmente de forma repentina. Hay personas más predispuestas que otras a sufrirlo y eso depende mucho de su estado de salud y del estilo de vida. Te detallamos aspectos que hay que tener en cuenta para prevenir una isquemia cerebral.

Vigilar la tensión arterial

La hipertensión es el riesgo más importante. Tener la tensión alta puede incrementar hasta 5 veces el riesgo a padecer una isquemia o una hemorragia cerebral.

prevenir una siquemia

Con el tiempo, la presión arterial alta puede hacer que la ateroesclerosis avance más rápido y, en consecuencia, provocar el daño de las arterias coronarias.

Control del colesterol

El colesterol es una parte importante de los depósitos que pueden estrechar las arterias coronarias. Ayuda a mantener la salud de nuestras arterias y, por tanto, evitar el ictus. Vigila tu dieta, potenciando alimentos ricos en fibra y vitaminas y limitando grasas animales.

Prevén la diabetes

Los tipos 1 y 2 de diabetes están vinculados al aumento del riesgo de isquemia miocárdica, de ataque al corazón y de otros problemas cardíacos.
Es un factor de riesgo importante, dado que acelera el proceso de envejecimiento vascular, afectando a todos los vasos del organismo. Intenta mantener un peso razonable y limitar los azúcares refinados.

Ejercicio físico

No hacer suficiente ejercicio contribuye a la obesidad y está relacionado con niveles más altos de colesterol y triglicéridos. Las personas que hacen ejercicio aeróbico con regularidad tienen mejor salud cardíaca, lo que está relacionado con un menor riesgo de padecer isquemia miocárdica y ataque cardíaco. El ejercicio también reduce la presión arterial.

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Realizar una rutina de ejercicio ayuda a proteger las arterias del cerebro y del corazón. Con 25 minutos al día de actividad física moderada podrás reducir significativamente el riesgo de padecer una isquemia cerebral.

No fumar y control del alcohol

Fumar y la exposición por largo tiempo al tabaquismo pasivo pueden causar daño en las paredes internas de las arterias. El daño puede permitir que se formen depósitos de colesterol y otras sustancias, que pueden lentificar la irrigación sanguínea de las arterias coronarias.

Fumar causa espasmos en las arterias coronarias y también puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos.
Dejar de fumar y controlar el consumo de alcohol debe ser una de nuestras primeras prioridades para mantenernos alejados de las isquemias y otras enfermedades cardiovasculares.

Los anticonceptivos hormonales

Hay fármacos que nos hacen más propensos a sufrir una isquemia cerebral, sobre todo si se suman a otros factores de riesgo. Las hormonas de las pastillas anticonceptivas pueden favorecer la formación de coágulos y, por tanto, aumentar la probabilidad de una isquemia. Aunque es cierto que el riesgo es bajo, para contrarrestarlo es mejor limitar su uso en mujeres mayores de 30 años que además tengan hipertensión, obesidad y sean fumadoras.

Las píldoras anticonceptivas orales combinadas se han vuelto uno de los métodos de regulación de la natalidad más populares. Estas píldoras contienen dos tipos de hormonas femeninas, estrógeno y progestágeno. Cuando se utilizan correctamente, la tasa de fracaso (es decir, la aparición de un embarazo no deseado) es menor de uno por 100 mujeres por año.

A pesar de su fiabilidad, se ha observado que las píldoras anticonceptivas orales aumentan el riesgo de que se forme un coágulo sanguíneo en una arteria, es decir, de una trombosis arterial (infarto o accidente cerebrovascular).

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Como la trombosis arterial es poco frecuente en las mujeres jóvenes y existen tantos tipos de píldoras anticonceptivas orales, la magnitud del riesgo no está clara. Aun así, para prevenir una isquemia cerebral, es conveniente estar bajo supervisión médica, incluso elegir otro método alternativo para la prevención del embarazo.

¿Cuáles son los conceptos clave para prevenir una isquemia cerebral?

El ACV es un evento en el que no hay suficiente flujo sanguíneo al cerebro, puede ocurrirle a cualquiera, en cualquier lugar y en cualquier momento.
Prevenir una isquemia es fundamental. Mantener un estilo de vida, saludable, en dieta y ejercicio.

La presión arterial no controlada, la diabetes, el colesterol alto, los malos hábitos como fumar y beber alcohol, consumir drogas, el sobrepeso y la apnea del sueño son factores de riesgo que contribuyen a la aparición de un accidente cerebrovascular.

La clave para prevenir una isquemia cerebral y evadir daños graves, está en actuar rápidamente, observando los síntomas asociados al ACV, pidiendo ayuda y acudiendo al servicio de emergencia más cercano, así como el monitoreo con su especialista de dichas patologías.

Si necesita información sobre NeuroAiD II, puede rellenar este formulario de contacto

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